La importancia del agua en la expedición al Aconcagua
Para escalar el Aconcagua, el agua es uno de los pilares básicos del cual depende el éxito de la iniciativa.
Por: Jorge Federico Gómez

Para quien emprende la aventura de escalar el Aconcagua (6.962 m), el agua es uno de los pilares básicos del cual depende lisa y llanamente el éxito de la expedición.

En aquellas alturas la hidratación es un ítem sobre el cual hay que poner principal atención y dedicación, ya que de ello depende la indispensable aclimatación, condición principal para atacar la cumbre en el momento oportuno.

La recomendación primaria es, obviamente, beber abundantemente durante todo el periplo, lo suficiente para obtener una orina clara y copiosa. De hecho, el volumen de orina reducido frente a la ingestión adecuada de líquido es una clara señal de mala aclimatación.

La medida diaria de líquido que debe ingerir una persona en todo el trayecto deber ser de unos 5 litros. Pero la disciplina para esto debe comenzar aún antes de la expedición propiamente. Un par de semanas previo al día 0 es recomendable comenzar a acostumbrar al organismo a consumir tales inusuales cantidades de líquido.

En Aconcagua conseguir agua no es siempre una tarea sencilla.

Por la ruta normal, el día del ingreso al Parque cada expedicionario por lo general porta su agua, que ingerirá durante el primer tramo hacia el campamento Confluencia (3.400 m) en buena cantidad.

Confluencia tiene agua pero no de buena calidad. Su alta concentración de bentonita suele provocar problemas intestinales en quienes la consumen. Algunos guías prefieren, por este motivo, permanecer en Confluencia lo menos posible y en cambio realizar la aclimatación previa en la localidad de Las Cuevas, que se encuentra a similar altura pero cuenta con comodidades suficientes para esta etapa como cómodos hospedajes, agua de buena calidad y servicios varios.

En el trayecto hacia Plaza de Mulas mejora la calidad del agua en diversos y pequeños cursos de agua que se atraviesan. En el campamento base, a 4.260 metros, además las empresas prestadoras proveen del agua de ese sector a quienes allí acampan, y la calidad es aceptable.

Hasta plaza Canadá (5.050 m) es posible proveerse del líquido elemento de los arroyitos circundantes. Pero más arriba de este campo la necesidad de derretir nieve para conseguir agua se hace inevitable.

Surge aquí otra particularidad y es que el agua producto de la nieve no tiene prácticamente propiedades minerales, por lo que no tiene demasiado sentido ingerirla pura. Por ello es recomendable que los 4 o 5 litros diarios de líquido se consuman a través de nutritivos caldos, jugos deshidratados y bebidas energizantes, de modo de nutrir adecuadamente al organismo.

En Aconcagua, la ruta por Punta de Vacas y Plaza Argentina es bastante más amigable en cuanto a la oferta de agua para el expedicionario a través de cursos e hilos de agua en distintos recovecos del camino. En ocasiones incluso se puede llegar a la cumbre en la ruta conocida como 360° sin necesidad del trabajoso derretimiento de nieve para obtener el preciado líquido elemento en la cantidad recomendable.

(Colaboró: Miguel "Miki" López. Tierra Explora Expediciones)

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