El asado es uno de los platos típicos del país, aún con sus diversas formas de preparación en cada región. Es el nexo para las reuniones familiares y de amigos. Más allá de una comida, es el punto de encuentro con los demás.

Nadie puede pasar por Argentina sin probar el asado. Las carnes argentinas son de gran calidad y esto favorece a su preparación, que es toda una tradición y se ha convertido en un ritual sagrado. Es el nexo entre personas y su preparación constituye un símbolo cultural argentino por excelencia.

Como el mate, el asado tiene el poder de convocar a la gente alrededor de la mesa para compartir más que una comida. No es una comida diaria: se deja para ocasiones especiales de reunión con la familia o con el entorno de amistades. Habitualmente se come los fines de semana. Algún aniversario, un partido de la Selección Argentina de Fútbol, o simplemente la excusa para verse, son algunos de los eventos en donde aparece el plato típico.

La carne vacuna es lo más consumido, y entre los cortes más demandados están el vacío,  punta de espalda, costillas, entraña, tapa de asado y asado del carnicero. Generalmente se acompaña con mollejas, chinchulines, morcillas y chorizos. A veces, también se asa pollo y cerdo, y en otras zonas de Mendoza se come cordero, chivo, y llama. Se hace un cálculo promedio de medio kilo de carne por comensal.

El lugar dónde hacerlo no es un gran problema: casi la totalidad de las casas tienen una churrasquera con parilla para hacer un asado. En el campo, es común hacerlo con una estaca clavada al suelo. En Mendoza no se usan hornos de lata y, a diferencia de otros lugares de Argentina donde se utiliza carbón, el asado se prepara con leña. Se utiliza de algarrobo, con buenas características en sus brazas.

Tradicionalmente es el hombre quién lo prepara, y cada asador tiene sus trucos y sus procedimientos especiales para preparar la comida. La táctica usual es condimentar la carne antes de ubicarla en la parrilla. Una vez que se pone la carne al asador, dependerá de su habilidad para lograr el punto de cocción deseado.

En este sentido, existen dos grandes y diferenciados gustos sobre cómo debe estar la carne: jugosa o seca. Los partidarios de cada una están perfectamente determinados y, si bien hay muchos que optan por un punto intermedio, en Cuyo predominan los que prefieren la carne bien cocida sin llegar al punto de la sequedad.

Habitualmente se acompaña con ensalada de tomate solo, o en su mezcla con cebollas crudas; ensalada de lechuga; papas y/o cebollas asadas. Un asado debe y merece acompañarse con un buen vino tinto, y aquí el malbec se lleva todas preferencias.

Algunos lugares recomendados para comer un buen asado son Don Mario (Godoy Cruz), El Nuevo Encuentro (Guyamallén), El Patio de Jesús María (Ciudad y Luján de Cuyo), Grill Q (Ciudad) y San Cayetano (Uspallata, Las Heras), entre otros. Ya que es un plato típico, la mayoría de los restaurantes ofrecen un servicio acorde con el pedido.