La noble tarea de los médicos de altura
En el Parque Provincial Aconcagua un plantel médico desarrolla su tarea en los principales campamentos
Por: Jorge Gómez

 

Confluencia y Plaza de Mulas son los dos lugares donde se ejerce el mayor control médico. De hecho ningún andinista puede continuar si no hace los controles pertinentes en esos puntos, para evitar riesgos mayores en la altura.

Los médicos del equipo, en la medida que las condiciones climáticas lo permiten, acompañan en las expediciones e intentos de cumbre y permanecen en los campamentos de altura para actuar inmediatamente cuando se produce alguna situación de riesgo. De esta forma no se requiere de la dramática espera de 6 ó 7 horas que significa un traslado desde los campamentos inferiores.

El cuerpo médico permanece los 5 meses de temporada en el Parque y participa en su función en las aproximadamente 200 evacuaciones por año y entre 30 y 50 rescates importantes que incluyen en su mayoría accidentes y eventualmente alguna muerte. Son estos profesionales quienes dirigen las acciones en caso de evacuaciones fuera del Parque, generalmente hacia Uspallata y Mendoza.

Estas evacuaciones, cuya necesidad la define el plantel médico, pueden considerarse “graves” o de “emergencia” cuando está comprometida la vida o integridad física del andinista, como en caso de edema grave (EAP), congelamiento de 2º y 3º grado o inconveniente cardíaco. Reviste menor gravedad, aunque requiere de asistencia hospitalaria, una situación de principio de edema pulmonar y cerebral, mal agudo de montaña (MAM) leve, congelamiento de 1° grado, ampollas, ataques de pánico, gran agotamiento o deshidratación, entre otras causas.

Es el Ministerio de Salud de la Provincia quien fiscaliza los servicios médicos que se prestan en Aconcagua con la apoyatura técnica necesaria y en relación con pliegos licitatorios y el trabajo propiamente.

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