El 14 de Enero de 1897 el suizo Matthias Zürbriggen se reencontró con sus compañeros de expedición trayendo la noticia de su increíble hazaña. Para dar fe de su logro, dejó su piqueta para hielo que luego fue encontrada por dos de sus compañeros que ascendieron posteriormente.

Zürbriggen formaba parta de la expedición de Edward Fitz Gerald (quien no pudo alcanzar la cumbre), y en uno de los intentos previos sufrió congelamiento en sus pies. Gracias al calor aportado por sus compañeros pudo recuperarse y evitar una probable amputación.

La expedición viajó en el antiguo tren trasandino, y usó datos sobre los cruces de Los Andes obtenidos durante la gesta libertadora.

Los registros de Fitz Gerald, describen detalladamente los efectos del frío, del  mal de altura, y los distintos ataques hacia la cumbre.  Relata que cuando se reencontró con Zürbriggen, éste estaba tan exhausto que no podía festejar, ni tomar conciencia de tamaña conquista.

Fuente: Aconcagua, La Cima de América. Mauricio Fernández